Debo reconocerlo, pero hasta hace un rato desconocía lo que era el "perigeo lunar". No entiendo cómo he podido vivir tanto tiempo sin saberlo, cuando medio planeta habla en Internet -con la autoridad del recorta y pega- que, esta noche, la luna se verá un 14% mayor.
Los que nos hemos movido en la información de sucesos cuando había luna llena estábamos con las pilas puestas. Margarita Landi ya nos advirtió: "en esa fase lunar hay que dormir con los zapatos puestos para salir corriendo, porque habrá un crimen". Hace tiempo, expliqué esta relación entre la sangre y la luna llena a una jefa que tuve y, desde entonces, cada vez que veía el plenilunio decía que temblaba como una gatita.
Algún listo le ha sacado partido al asunto y ha recopilado en un libro las muertes violentas que coincidieron con esa fase lunar ("Los crímenes de la luna llena" de Kit Whitfield, ediciones B), aunque los científicos del XVII congreso de SEMES, celebrado en Mallorca en 2005, determinaron que "la luna no influye incrementando los sucesos por comportamiento agresivo". Es decir, no se mata más; pero tampoco menos...
Lo cierto es que esta noche se manifiesta el "perigeo lunar", que no se repetía desde marzo de 1983. Si mal no recuerdo, coincidió con el mortal descarrilamiento del expreso Madrid-Almería (ése que han suprimido); el crimen de un agricultor de Turre por 19 disparos; un terrible atraco en el Poniente y los violentísimos incidentes del sector pesquero en Adra. Ya saben; si pasa algo, la culpa es del perigeo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario