No; no es el resultado de un partido de baloncesto. El 117
tampoco es el artículo de la Constitución Española que recoge que “la justicia
emana del pueblo y se administra en nombre del Rey por jueces y magistrados”.
No. Se trata de las dos cantidades en euros que los almerienses de la capital
deben pagar al Ayuntamiento por la tasa de recogida de basura. Hay otras cifras
en el caso de los locales y su tamaño; pero, vamos, los almerienses han
mimetizado esos dos números como el último “impuesto” del año, aquel que llaman
tasa y cubre los gastos por recoger la basura de la ciudad.
No entro en valorar si es mucho, poco o suficiente para
cubrir el servicio; el Ayuntamiento habrá hecho sus números. Lo que no
comprendo es la diferencia tan abismal entre las dos cifras (117-64). La tasa
se fundamenta en el IBI y como tal así se factura: dependiendo del lugar donde
se encuentre el inmueble y su valor catastral. Será legal, pero no entiendo
cómo una viuda que viva sola en un pisillo del centro histórico tenga que pagar
el doble que una familia supernumerosa, con primos y sobrinos bajo el mismo
techo, del extrarradio. Si la basura la generan las personas y no los
inmuebles, lo lógico es que se pague por número de residentes en una vivienda,
que para eso el Ayuntamiento tiene el padrón. Para las segundas residencias,
una cuota fija.
La limpieza de la capital, como cada cuatro años, será uno
de los temas claves de la campaña electoral que se avecina, con las consabidas
acusaciones de suciedad y de inversión en maquinaria. Ya veo retratos de
“alcaldables” junto a contenedores llenos de inmundicias y vecinos irritados
porque su calle está muy sucia; o a presidentes de asociaciones vecinales anti
PP quejándose porque el barrio está lleno de bolsas arrojadas sin piedad sobre
la calzada. Vamos, veo, lo que llevo viendo en cada una de las elecciones
municipales desde 1979.
El servicio de recogida ha cambiado, es verdad; quienes más
pagan por la tasa ya no tienen los domingos en el Paseo los contenedores de
quita y pon y aquellos silenciosos camiones de carga lateral se han sustituido
por otros de carga trasera porque los contenedores son más chiquitillos. Y eso
que los almerienses parece que tiramos, aún con la crisis, muchas cosas a la basura:
190 toneladas diarias, dicen las estadísticas.
Los concejales saben de ésto más
que yo, pero como contribuyente me enerva esa terrible diferencia de 117-64.
Yo soy de los que vive en el extra-radio (y somos solo dos), y para ir al contenedor a tirar la basura tengo que andar un minimo de 200 metros. La señora que vive en el centro lo suele tener en la puerta de su casa, amen de que si quiero reciclar video y plastico tengo que andar 500 metros, y si tambien lo hago con el papel tengo que coger el coche pues el mas cercano implica cruzar una carretera de doble sentido sin pasos de peatones. Yo pago 67 euros creo recordar no 64, pero con gusto pagaría los 117 que su ancianita, por tener el contenedor a 10 metros de mi casa (al igual que los de vidrio, plastico y papel). No me cree? Venga usted al barrio de loma cabrera y cuente los contenedores de cada tipo.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con el comentario del vecino de loma Cabrera. Yo soy de la fuentecica y, además de tener los contenedores lejos de mi puerta, aquí las calles están sucias porque no se limpian a diario como en el centro. No voy a entrar en las aceras levantadas, agujeros en la calzada, jardines sin plantas, etc... Este blog que todo lo ve me parece que es muy miope o se hace el ciego...
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