martes, 26 de noviembre de 2013

Operación “mesa de camilla”

Las películas americanas han hecho mucho daño. Malvado imperialismo... Por eso, cuando un organismo oficial y tan serio como la Junta de Andalucía lanza un comunicado informando que la policía de Susana ha desmantelado una organización de juego ilegal, las escenas del séptimo arte te vienen a la cabeza. Te imaginas lo que el cine nos mal enseña: agentes pertrechados de chalecos antibalas y gafas de visión nocturna, pistola en mano, asaltando a gritos un garito donde jugadores de naipes con sus humeantes cigarrillos en la boca manejan billetes de cien dólares; donde chicas rubias de bote posan semidesnudas con un vaso ancho de licor amarillento en la mano que, a buen seguro, no beben porque les sería imposible mantener el equilibrio en el filillo de la silla donde se posan como buitres, mientras un tipo gordo suda, fuma, bebe y juega compulsivamente a las cartas. Y en el centro, una gran mesa de madera de roble, bajo una lámpara encendida y ennegrecida por la nicotina, llena de cartas, billetes y pagarés al portador. La gran pantalla tiene esas cosas.

Así, mientras El Ejido lloraba por la destructiva granizada que provocó decenas de millones de euros en pérdidas, entre hortalizas aún sin recolectar e infraestructuras agrarias desplomadas, un listo de la Junta ordenaba emitir una nota de prensa diciendo que, en ese municipio, la policía andaluza había detenido a ocho amigos que jugaban a las cartas.

Muy apropiado el día y el tema; más aún cuando la nota de prensa recogía que cada “delincuente” tenía sobre la mesa una media de 150 euros. Y, para rizar más el rizo de lo increíble, se adjuntaba una foto del lugar del “crimen”: Una mesita de camilla redondita y modesta rodeada de sillitas, donde sólo se echaba de menos a una abuela sentada con su enagua, un cafelico con leche y los cartoncicos del bingo casero. Eso sí; horas después de la tormenta de granizo que cayó sobre El Ejido, para la web de la Junta no había pasado nada, porque nada decía, mientras los medios se hacían eco de la exitosa operación policial contra los  de la mesa de camilla por obra y arte del comunicado oficial.

Sí, los sujetos habrán infringido la ley del juego, pero este asunto no deja de ser una respuesta propagandística a otro afán recaudatorio del gobierno. No tiene suficiente con freírnos a impuestos que, también, lanza una nota para avisar a quienes siguen repartiendo la baraja sin pasar por la caja autonómica. Pero, ojo, no es mucho más grave que lo que hace Hacienda del Ayuntamiento de Almería con sus contribuyentes: te manda a la policía local a tu casa para entregarte en mano el reclamo con recargo del pico aún por pagar de una tasa injusta y arbitraria.

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