domingo, 3 de abril de 2011

La independencia de mi madre

El otro día, por coincidencias que no vienen al caso, necesíté hacer un ejercicio de rapidez mental para traducir qué me había parecido escuchar a un tío que hablaba con otro en la calle. Porque, torpe de mi, había interpretado que buscaba la independencia de su madre. Como la mente es perversa y siempre te lleva a lo malo, por un instante sospeché que el individuo pretendía arrinconar a su señora madre en alguna residencia, hogar o centro de la tercera edad, que es como se llama ahora a los asilos de toda la vida. Así que me quedé casi petrificado en la acera, cerca de donde el presunto asustaviejas desarrollaba su plan a, quizás, un compinche o a un colaborador necesario, como dicen los jueces. La pobre madre estaría en la cocina de su casa, ajena a todo, pensando qué le gustaría almorzar a su hijito y el gualtrapa de éste, con la cartilla de ahorros abanicándose, tramando un plan para desprenderse de ella... Comencé a juguetear con el móvil, como las ejecutivas de bote en la T-4 que no llaman a nadie porque no tienen amigos a quienes telefonear, y abrí  las orejas para empaparme del plan. El sujeto lo reptió claramente: "Necesito la independencia de mi madre; de hoy no pasa".
¡Acabáramos!. Está claro; este mal hijo, con su porte chuleril de camiseta sin mangas de mercadillo ilegal y zapatillas despeluchadas se quiere desprender para siempre de la anciana. ¡Será ingrato!. Y encima lleva un tatuaje en el brazo de un corazón que pone "amor de madre". Mi indignación subía por momentos; notaba cómo el sudor me caía por la espalda y la tensión arterial se disparaba cuando su compinche respondió con tono pausado: "Pues te acompaño; ayer mismo cobré yo la paga de dependencia de mi madre y ¡no veas como nos resuelve la vida a los parados; qué bueno es este ZP!".
Me quedé frío; helado. ¡Será imbécil el tonto éste como habla!. Claro, que eso me pasa a mi por ir caminando con la calle con las antenas puestas. La próxima vez me llevo el iPod y voy escuchando música celta, que ésa sí que habla de independencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario