Así, mientras El Ejido lloraba por la destructiva granizada
que provocó decenas de millones de euros en pérdidas, entre hortalizas aún sin
recolectar e infraestructuras agrarias desplomadas, un listo de la Junta ordenaba
emitir una nota de prensa diciendo que, en ese municipio, la policía andaluza
había detenido a ocho amigos que jugaban a las cartas.
Muy apropiado el día y el tema; más aún cuando la nota de
prensa recogía que cada “delincuente” tenía sobre la mesa una media de 150
euros. Y, para rizar más el rizo de lo increíble, se adjuntaba una foto del
lugar del “crimen”: Una mesita de camilla redondita y modesta rodeada de
sillitas, donde sólo se echaba de menos a una abuela sentada con su enagua, un
cafelico con leche y los cartoncicos del bingo casero. Eso sí; horas después de
la tormenta de granizo que cayó sobre El Ejido, para la web de la Junta no
había pasado nada, porque nada decía, mientras los medios se hacían eco de la
exitosa operación policial contra los de
la mesa de camilla por obra y arte del comunicado oficial.
Sí, los sujetos habrán infringido la ley del juego, pero este
asunto no deja de ser una respuesta propagandística a otro afán recaudatorio
del gobierno. No tiene suficiente con freírnos a impuestos que, también, lanza
una nota para avisar a quienes siguen repartiendo la baraja sin pasar por la
caja autonómica. Pero, ojo, no es mucho más grave que lo que hace Hacienda del
Ayuntamiento de Almería con sus contribuyentes: te manda a la policía local a
tu casa para entregarte en mano el reclamo con recargo del pico aún por pagar de
una tasa injusta y arbitraria.