lunes, 18 de agosto de 2014
UDA y periodismo deportivo
Cuando ascendió la UD Almería deseaba, en este mismo Diario, que con un equipo de fútbol en Primera División el periodismo deportivo que se elaborara en la provincia también fuese de la máxima categoría. Y bien es cierto que muchos compañeros de profesión lo han bordado. Informaciones puntuales alejadas del fanatismo, fotos como hacía años que no veía, opiniones bien diferenciadas de la crónica informativa y censuras pausadas cuando el
equipo, sus directivos o sus responsables técnicos lo han merecido.
Es verdad que en las redacciones deportivas, como entre los aficionados o forofos, hay jugadores intocables hagan lo que hagan y otros futbolistas a los que no se les perdona ni un estornudo; casos hubo en la extinta Agrupación Deportiva, en el hoy reactivado Poli y ahora con la UD; pero ésa es otra historia.
Sin duda, la batalla de la competencia periodística ha propiciado que el lector u oyente tenga una amplia oferta donde informarse y el periodista un revulsivo para mejorar, aún siendo una losa pesadísima la escasez de recursos en las redacciones y las cortapisas de la crisis, tan cacareada por los editores como justificante de sus errores empresariales.
Es penoso que varias emisoras de radio, a la misma hora, informen del club, imitando la absurda contraprogramación radiofónica de medianoche, heredera del Supergarcía. Todos, o casi todos, hablan del mismo asunto a la vez. Claro, con distintas calidades; los verdaderos periodistas se preocupan de informar con criterio a sus oyentes mientras otros, adheridos a la profesión desde menesteres diversos, que utilizan el periodismo como "hobby" y encima poseen carta blanca en el club, están más preocupados de hacerse una fotografía con el cocinero del bareto desde donde han emito la media horilla de chascarrillos que de, simplemente, informar sin dar gritos. En este sentido, me encantó la investigación periodística que hizo el otro día un colaborador de Manzano en Onda Cero: relató todas las pifias publicadas en un diario local sobre futbolistas que, según ese medio, iban a fichar por la UDA y de los que después jamás se supo. La incongruencia informativa destapada era tal que la lista de jugadores era interminable y había casos en los que se anunciaba que tal centrocampista ya era del Almería el mismo día que firmaba por el Elche CF.
Y es que tenemos, por desgracia, mucho periodismo deportivo de primera y alguno de tercera. Lo bueno es que cada cual elija. Para que haya buenos, es necesario que existan los malos. Como en la Liga.
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